Los superalimentos de la sierra del Perú constituyen un tesoro de biodiversidad y nutrición superior que garantiza la seguridad alimentaria y promueve la salud global. Estos cultivos ancestrales, como la quinua, la maca y el tarwi, son excepcionalmente ricos en proteínas completas, antioxidantes, vitaminas y minerales esenciales, superando en muchos casos a sus contrapartes comerciales. Su adaptación a climas extremos les otorga una resistencia genética valiosa y los convierte en aliados cruciales para enfrentar el cambio climático, mientras que su consumo tradicional ofrece una base para dietas funcionales que pueden ayudar a prevenir enfermedades crónicas, revalorizando así la sabiduría agrícola andina y ofreciendo un potencial económico y de salud único al mundo.
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