Nº 76: LA JUVENTUD

Si deseas obtener la lámina en su tamaño original (más grande), escríbenos al WhatsApp: 940 251 268 o al correo: manucho32@gmail.com


El 23 de setiembre de todos los años, se celebra en el Perú el Día de la Juventud y el Día de la Primavera. Ambas fiestas tienen que ver con un proceso de cambio esperanzador: la juventud constituye la garantía de la constante renovación de la humanidad y la primavera es un signo de la renovación de la naturaleza. Sin embargo, la sociedad no le brinda a nuestros jóvenes los medios para desarrollar su inmensa creatividad ni para dirigir su casi inagotable energía en la construcción de un mundo nuevo.
Según el Informe “Invertir en la adolescencia y juventud en el Perú: oportunidades y desafíos”, elaborado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), los adolescentes y jóvenes (10 a 24 años de edad) constituyen alrededor del 30% de la población nacional en el Perú. Este grupo poblacional ha crecido de manera dramática en las zonas más pobres del país. En efecto, en el periodo 1993-2005 los departamentos de Loreto, Ucayali y Madre de Dios en la selva, y los departamentos de Apurimac, Huancavelica y Ayacucho en el Trapecio Andino, registran los índices más altos de crecimiento de la población en edades jóvenes.
Sin embargo, el Informe muestra no sólo los problemas de adolescentes y jóvenes, sino también que llama la atención sobre las oportunidades y las ganancias que nos reportaría el invertir atendiendo sus necesidades. En efecto, según los investigadores del Ministerio de Salud (MINSA) y del UNFPA, dadas las tendencias y escenarios poblacionales del Perú, si no se invierte hoy mismo en los jóvenes y adolescentes, se estará perdiendo una coyuntura propicia en los próximos años.
Presentamos a continuación algunos datos del Informe:
* La pobreza en adolescentes de 10 a 14 alcanza el 62%, superior a la del país (52%).
* En las zonas más pobres del Perú (trapecio y centro andino, y selva), la población adolescente y joven se ha incrementado en mayor proporción que en el resto del país.
* Los jóvenes y adolescentes constituyen alrededor del 30% de la población del Perú, promedio que es mayor en departamentos más pobres.
* En algunos departamentos de la selva (Amazonas, Ucayali) el porcentaje de mujeres jóvenes sin DNI supera el 20%; y entre los menores de 18 los niños y adolescentes carecen de partida de nacimiento en un orden cercano al 10%.
* Invertir en la salud reproductiva de este grupo poblacional es fundamental para la lucha contra la pobreza y aprovechar las oportunidades del país, como el bono demográfico.
* Invertir en salud reproductiva disminuye los embarazos precoces y no deseados, el VIH SIDA, la violencia sexual y familiar, el subempleo y mano de obra no calificada.
* Los efectos de esa problemática recaen no sólo sobre los adolescentes y jóvenes, sino también sobre sus familias y comunidades, tornándolas más pobres.
* La tasa de embarazos en adolescentes ha descendido menos que en los otros grupos poblacionales.
* El embarazo adolescente, si bien ha descendido a nivel nacional, se ha incrementado en la zona de selva: del 26% al 29%. Es decir, casi 1 de cada 3 mujeres de la selva ya son madres o están embarazadas antes de alcanzar los 20 años.
* El embarazo adolescente tiene efectos en la transmisión intergene-racional de la pobreza.
* Existen documentadas intervenciones con alto costo-beneficio en salud reproductiva y para enfrentar otros problemas de salud, con elevadas tasas de retorno.
A nivel global, la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 17 de diciembre de 1999, aprobó la recomendación de la Conferencia Mundial de Ministros de Asuntos de la Juventud (Lisboa, 8 - 12 de agosto de 1998), para que el 12 de agosto fuera declarado “Día Internacional de la Juventud”. El tema del 2007 es “Ser vistos, ser oídos: la participación de los jóvenes al desarrollo”. Esta conmemoración es una oportunidad de promover la toma de conciencia de la importancia de la participación de los jóvenes y de su inclusión en las sociedades donde viven. La ONU promueve la participación de los jóvenes como pieza clave para el desarrollo de sus comunidades y países. A través de las organizaciones del Sistema de Naciones Unidas, la organización trabaja directamente en favor de la juventud en temas como educación, empleo, salud, comunicaciones, género, participación, pobreza y globalización, entre muchos otros. Los jóvenes han sido convocados también en las actividades para el logro de los objetivos de desarrollo del milenio.