Si deseas obtener la lámina en su tamaño original (más grande), escríbenos al WhatsApp: 940 251 268 o al correo: manucho32@gmail.com
Antes de 1879, la República de Bolivia tenía salida al mar. El Perú, desde el inicio de su vida republicana, no tenía frontera con Chile en el Sur. Cuando el presidente boliviano Hilarión Daza,
decidió fijar un impuesto de 25 centavos por cada quintal de salitre a los empresarios chilenos,
estos se quejaron al gobierno de su país y surgió la crisis diplomática entre ambas naciones.
Posteriormente, se transformó en un conflicto bélico que involucró al Perú por tener un tratado militar secreto con Bolivia.
decidió fijar un impuesto de 25 centavos por cada quintal de salitre a los empresarios chilenos,
estos se quejaron al gobierno de su país y surgió la crisis diplomática entre ambas naciones.
Posteriormente, se transformó en un conflicto bélico que involucró al Perú por tener un tratado militar secreto con Bolivia.
Frente a la ocupación chilena de gran parte del territorio nacional, se firmó el Tratado de Ancón en 1883, que señalaba que el Perú cedía perpetuamente a Chile la provincia de Tarapacá. También establecía que las provincias de Tacna y Arica serían administradas por Chile durante diez años, luego de los cuales se realizaría un plebiscito para decidir su pertenencia definitiva. Además, Chile anexó la provincia de Antofagasta, dejando a Bolivia sin salida al mar.
Por medio del Tratado de Lima, firmado el 3 de junio de 1929, se acordó que Tacna regresaba
al Perú (se reincorporó el 28 de agosto de dicho año), pero Arica quedaría en forma definitiva como parte del territorio chileno. Las negociaciones se realizaron cuando gobernaba el Perú,
el presidente Augusto B. Leguía.
En cuanto a los límites marítimos entre Perú y Chile, los chilenos se muestran descontentos con la solicitud peruana de fijarlos en forma definitiva, ya que nunca han estado debidamente establecidos. Pero Chile considera que los límites marítimos con Perú se han zanjado hace buen tiempo, en los años 1952 y 1954 con los tratados de pesquería. Las autoridades chilenas se basan en que desde hace varios años siempre han ejercido su derecho de demarcación marítima paralela y que el Perú aceptó desde 1969, año en que se levantaron los nuevos hitos fronterizos que se fijaron 40 años antes.
Uno de los argumentos de la propuesta planteada por Chile es el siguiente: Existe la Resolución Nº 23 promulgada el 12 de enero de 1955, por el gobierno peruano dirigido por Manuel Odría, que ratifica, según los chilenos, el inciso 4 de la Declaración de Santiago, el cual estipula la extensión de la “zona marítima… limitada por el paralelo del punto en que llega al mar la frontera terrestre de los Estados respectivos”. En opinión de los vecinos del Sur esta resolución habría zanjado la cuestión de los límites marítimos; sin embargo, el Perú sostiene que es necesario hacer una revisión de ellos y determinar la frontera oficialmente, puesto que estos documentos suscritos sólo tienen carácter comercial y pesquero, que se estipularon para evitar conflictos por la presencia constante e involuntaria de pescadores artesanales en el espacio marítimo que el país vecino reclama como suyo.
Por medio del Tratado de Lima, firmado el 3 de junio de 1929, se acordó que Tacna regresaba
al Perú (se reincorporó el 28 de agosto de dicho año), pero Arica quedaría en forma definitiva como parte del territorio chileno. Las negociaciones se realizaron cuando gobernaba el Perú,
el presidente Augusto B. Leguía.
En cuanto a los límites marítimos entre Perú y Chile, los chilenos se muestran descontentos con la solicitud peruana de fijarlos en forma definitiva, ya que nunca han estado debidamente establecidos. Pero Chile considera que los límites marítimos con Perú se han zanjado hace buen tiempo, en los años 1952 y 1954 con los tratados de pesquería. Las autoridades chilenas se basan en que desde hace varios años siempre han ejercido su derecho de demarcación marítima paralela y que el Perú aceptó desde 1969, año en que se levantaron los nuevos hitos fronterizos que se fijaron 40 años antes.
Uno de los argumentos de la propuesta planteada por Chile es el siguiente: Existe la Resolución Nº 23 promulgada el 12 de enero de 1955, por el gobierno peruano dirigido por Manuel Odría, que ratifica, según los chilenos, el inciso 4 de la Declaración de Santiago, el cual estipula la extensión de la “zona marítima… limitada por el paralelo del punto en que llega al mar la frontera terrestre de los Estados respectivos”. En opinión de los vecinos del Sur esta resolución habría zanjado la cuestión de los límites marítimos; sin embargo, el Perú sostiene que es necesario hacer una revisión de ellos y determinar la frontera oficialmente, puesto que estos documentos suscritos sólo tienen carácter comercial y pesquero, que se estipularon para evitar conflictos por la presencia constante e involuntaria de pescadores artesanales en el espacio marítimo que el país vecino reclama como suyo.